Saludos a todos,
Como muchos sabréis, he estado bastante
tiempo dando la tabarra en las distintas redes sociales hablando continuamente
de “mi proyecto”, pero sin llegar a decir realmente nada relevante sobre él.
Bueno, tras casi un año de creación, testeo y apaños, creo que finalmente
dispongo de algo lo suficientemente sólido como para poder presentarse.
Con alegría y orgullo, os presento
oficialmente “Las Cicatrices del
Mundo” (LCDM para acortar).
Ambientación:
LCDM nos sitúa en el mundo
quebrado, un mundo que ha sobrevivido a una hecatombe (conocida como “El
cataclismo”) que devastó su superficie. La humanidad consiguió sobrevivir a
este desastre a duras penas, pero se vio forzada a regresar a un estado
primitivo, perdiendo cualquier vestigio de la avanzada cultura que habían
construido. Milenios han pasado desde aquello y el mundo sigue convulsionando a
causa del cataclismo, dejando a los descendientes de los que sobrevivieron a
merced de un mundo cruel y de un mal que regresa sediento de venganza, cerniéndose
sobre una humanidad dividida e ignorante de lo que le depara el destino.
La ambientación de LCDM es de Fantasía
oscura, con un especial énfasis en el horror que se trata de alcanzar mediante
un fuerte contraste entre lo mundano y lo sobrenatural, la ignorancia de la
humanidad hacia el mal a combatir y un sentimiento creciente de paranoia, tanto
hacia el entorno como hacia los propios compañeros. Por supuesto, esto no
quiere decir que las historias ocurridas en el mundo quebrado se limiten a
aventuras de terror, ya que el trasfondo deja margen a todo tipo de posibles
tramas, desde exploración de lugares desconocidos a intrigas palaciegas.
Uno de los puntos importantes es
que la magia no es un elemento común en el mundo quebrado, su descubrimiento es
relativamente reciente y su impacto en el equilibrio de poder de las naciones
ha sido devastador en muy poco tiempo, por lo que la gente de a pie la teme y
aborrece. Esto, unido al hecho de que la voluntad de los dioses es tangible en
aquellos que demuestran fe, ha dado suficiente poder a las religiones para
crear diversas órdenes inquisitoriales que persiguen a los brujos y a los
herejes.
Un punto de partida: Una de las bases sobre las que ha sido
diseñada la historia de LCDM es establecer un punto de partida desde la que
todos podamos ampliar su trasfondo y dar forma a su destino. Deseo que LCDM se
convierta en un juego donde todos podamos aportar nuestras historias y que
estas puedan tener un impacto en el devenir de los acontecimientos, creando
entre todos una cronología a partir de las aventuras publicadas. Por supuesto,
esto es algo la mar de complejo que ha de estudiarse en detenimiento para poder
hallar un método conveniente para que entre todos podamos decidir que
aportaciones pueden o no considerarse “canon”.
Fantasía, pero poca: El mundo
quebrado no es un lugar especialmente “mágico”, no existen razas inteligentes a
parte de los humanos, por lo que enanos, elfos u otras razas inteligentes típicas
de la fantasía medieval no tienen cabida en esta historia. La magia es una excepción
y rara vez una persona de a pie se tropezará con algo mágico, y de hacerlo,
solo significará malas noticias para él. Por supuesto existen hechiceros y
brujos, pero para evitar que se vean como algo natural los hechizos en LCDM son
especialmente poderosos y su impacto, tanto a nivel argumental como mecánico,
es extremadamente peligroso. Las bendiciones de los dioses por otro lado es
algo tangible y poderoso, sin embargo, conllevan un coste oculto que podría hacer
a quien lo descubra replantearse su fe.
Un mal ignoto, pero cercano: A
diferencia del horror Lovercraftiano, donde el miedo proviene de la abismal sensación
de la insignificancia de la existencia frente a la bastedad del universo y la
existencia de unos seres tan abismalmente poderosos como incomprensibles, que
parecen actuar sin reparar o siquiera percatarse de la humanidad. LCDM busca
explorar un concepto de horror similar y opuesto a la vez, donde un mal
sobrenatural es completamente consciente de la humanidad y actúa obsesivamente
en contra de ella, haciendo que cuando un sujeto descubra la verdad oculta tras
el velo no solo tema las poderosas fuerzas que acechan al otro lado, sino que
su revelación signifique el desmoronamiento de toda creencia personal y la aparición
de un terror absoluto hacia la muerte, así como a la pérdida del ego o el libre
albedrío.
Sistema:
LCDM utiliza un sistema propio,
creado para poder ofrecer un equilibrio entre la narración y los sistemas de
vieja escuela, que permita un avance sobre la partida lo más ágil posible sin
renunciar a la profundidad y el típico reparto de puntos de experiencia. Además,
se han añadido detalles para que el sistema coopere con la ambientación a la
hora de crear una atmósfera opresiva y tensa.
La base es sencilla, para realizar
una acción se tiran tantos d8 como el atributo implicado, tantos d10 como la habilidad
implicada, un d12 si se posee maestría y se comparan contra una dificultad
estimada por el DJ o la situación, los dados que igualen o superen la
dificultad se consideran éxitos, solo es necesario obtener un éxito para
resolver la acción. Dicho así, puede
parecer solo un hackeo del sistema de Mundo de Tinieblas complicado
innecesariamente al usar distintos dados, pero luego los detalles hacen la
diferencia.
Todas las acciones se resuelven con
una sola tirada: todas las acciones solo necesitarán una única tirada diciendo
esta toda la información posible (por ejemplo, en un ataque no solo nos dirá si
impacta o no, sino también el daño infligido).
Todos los modificadores se aplican
a la dificultad, no al resultado del dado: para evitar ralentizar todo lo posible la acción,
cualquier modificador, independientemente de su fuente, se aplicará sobre la
dificultad antes de realizar la tirada, de esta forma solo será necesario un rápido
vistazo a los dados para contabilizar los éxitos. Por el mismo motivo, los
modificadores serán de 1 o 2 (tanto positivos como negativos), para que el cálculo
sea simple y rápido.
Tanto los dados utilizados como el
resultado de la tirada tienen un impacto narrativo: ni el Dj
ni los jugadores estan forzados a utilizar todos los dados disponibles, y la elección
de estos puede tener un significado narrativo, la agresividad, esfuerzo, impaciencia,
cuidado y concentración con la que el personaje afronta una tarea. Por otro
lado, el resultado también ofrece una pequeña “lectura” que puede indicar tanto
al Dj como a los jugadores que ha salido bien/mal y como.
Evitar demasiadas tiradas: Dicho todo lo anterior, puede parecer que hay
un sobreesfuerzo en el sistema y que se invita a tirar dados más de la cuenta,
pero para nada es la intención y se pretende reducir en todo lo posible las
tiradas a lo largo de la partida.
Iluminación y control: LCDM
dispone de dos mecánicas muy distintivas que están completamente ligadas a la
ambientación y carecen de sentido fuera de ella. Ambas están ligadas al
encuentro de los Pj con lo sobrenatural y las repercusiones que estas fuerzas
tienen sobre ellos.
Letalidad: No sirve
de nada crear situaciones de terror si al final de todo los Pj son bastiones
indestructibles con más vidas que un gato. El combate es peligroso, rápido y
violento, lo suficiente para que se convierta en un último recurso, ya que un
solo golpe bien dado puede acabar con la vida de un Pj incauto. Pero esto no significa
que los Pj deban de morir cada dos partidas. Para evitar estar borrando hojas
de personaje en cada sesión existen mecánicas (que conllevan un coste que el
jugador podría no conocer) y permitir que su personaje sobreviva un tiempo más
(el suficiente para que el jugador se encariñe, y después…. ÑACA)
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